Les comenté en una Entrada anterior que compartiría algunos pasos para conseguir Trabajo Remunerado y acá van:

Paso a la acción

Algunas ideas sobre cómo hacerlo…

-Dándome a conocer, necesito que me conozcan, cuanta más relaciones establezco, más posibilidades tengo de “crecer” profesionalmente.

-Escribiendo a diferentes lugares, me presento, les relato lo que hago, lo que deseo hacer.

-Distribuyo tarjetas personales, volantes, pego pequeño “afiches”, en los que detallo algunos aspectos de mi profesión, también cuánto cobro por mi trabajo, dónde y cuándo lo realizo, todo otro dato que pudiera resultar relevante.

-Envío mi currículo personal a todos mis contactos, lo subo a la Internet.

-Llamo por teléfono, hablo con la gente, amplío mi propia red de contactos.

-Escribo correos electrónicos, me presento a través de ellos, a Empresas, medios de comunicación, oficinas de gobierno, etc.

-Diseño una página web, o escribo un blog en los que destaco lo que hice, lo que hago y lo que deseo hacer.

-Persevero. En todas partes y siempre, persevero. Recuerdo siempre la siguiente frase de Jim Rhon –escritor y motivador profesional– “Mantenga el rumbo… Persevere… Aguante… Capee el temporal… Sólo así conocerá el verdadero significado de la palabra “Éxito”.

-Formo parte de un grupo positivo y alegre o bien, creo mi propio grupo de salidas, de trabajo, para practicar deportes y/o para compartir momentos.

-Me conecto con personas positivas, trato de hacer y de seguir lo que esas personas me indican –pueden ser maestros/as, guías o entrenadores/as, mentores–

-Me hago la idea que “soy un/a ganador/a”. Le doy forma en mi mente y me veo –visualizo– a mí misma/o ganando, triunfando, recibiendo el trofeo para el que me he preparado, o el diploma, la distinción o los aplausos, las felicitaciones y la aclamación.

-Concurro a las ferias de artesanas/os, y a otras ferias, entablo conversaciones amables y establezco relaciones afectuosas con la gente, les entrego mi tarjeta personal, anoto sus nombres, números de teléfono y también, lo qué hacen o fabrican –siempre llevo una agenda para anotar nombres y números de teléfono o mi acompañante lleva un cuadernillo, si es que por algún motivo no puedo hacerlo– A la mayoría de las personas les encanta que nos interesemos por lo que hacen.

Me pregunto y trato de responderme:

– ¿Cómo puedo ampliar mis oportunidades laborales?

– ¿Qué estoy dispuesta/o a realizar para que esto ocurra?

– ¿Qué es lo que me gustaría hacer?

-Dejo aflorar mis ideas en forma de lluvia, anotándolas en una hoja.

-Identifico los beneficios que obtendré al pasar a la acción: nuevas relaciones y experiencias, amigos y amigas nuevas, más salidas, acceso a mejores lugares, tanto de trabajo como recreativos, mayor cantidad de contactos, altas posibilidades de progreso.

-Enumero y anoto los beneficios.

-Identifico qué potenciales, aptitudes y actitudes tengo para concretar los beneficios. Los anoto.

-Identifico las “carencias”.

– ¿Cómo puedo potenciar mis “aptitudes”?

-Puedo lograrlo –por ejemplo–

-Leyendo libros que traten sobre el tema –de autoayuda, motivación, liderazgo– y que den indicaciones e ideas para salir adelante.

-Tomando clases.

-Haciendo cursos y/o talleres.

-Concurriendo a seminarios, reuniones empresariales y otras.

-Estudiando.

-Trabajando.

-Investigando.

-Es importante que haga un Curso de Computación, otro de Liderazgo empresarial, uno de Marketing y ventas y otro de redacción de Avisos publicitarios cortos.

-Es fundamental que sepa “vender” lo que realizo: ya sea mi proyecto, mi trabajo, el producto que elaboro, mis ideas, mi asesoramiento, etc.

-Recuerdo que el único bien que tengo y que me permite hacer y poder adquirir lo que necesito para vivir dignamente es el tiempo. Sin tiempo no se puede vivir, así como no se puede vivir sin aire. 

-Por eso, ponle un precio a tu tiempo, y ¡que nadie te lo robe!                                                                               Hay personas bienintencionadas que jamás nos robarían nada, sin embargo, se apropian en ocasiones de nuestro tiempo y lo “roban”, con tonterías varias –mensajes de cadenas y videos de Whatsapp– como, por ejemplo– sin importarle que lo puedes estar necesitando para realizar otras cosas y/o para brindárselo a otras personas.

-Empiezo a conducirme con alegría, dejo ir las quejas, los estados emocionales de ansiedad y enojo. Porque, como ya varias personas saben “las quejas son un imán para la desgracia”. 

Así lo afirman varios/as autores/as, mentores/as y maestros/as como Louise Hay, Florence Scovell Schin, Joe Dispenza, Roberto Bonomi, Wayne Dyer, Susana Majul, Joe Vitale, María José Cabanillas, Mabel Katz y tantas/os otros/as.

Con Amor! Silvia Mirta Valori

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