Moda: Diseño y Discapacidad, el derecho a vestirse Parte 3

Moda: Diseño y Discapacidad, el derecho a vestirse Parte 3

Moda: Diseño y Discapacidad, el derecho a vestirse

Autora: Silvia Mirta Valori

Tercera parte

Las personas con discapacidad deseamos y precisamos encontrar ropa atractiva, cómoda y que se adapte a nuestros gustos y necesidades, sin tener que realizarles modificaciones.

Las personas que utilizamos sillas de ruedas queremos y tenemos derecho a entrar a los probadores de los negocios e ingresar a los locales, y no comprar desde la vereda, como en varias ocasiones he tenido que hacer.

Hay leyes que regulan la accesibilidad arquitectónica y la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad tiene un artículo especial sobre accesibilidad. Ambas llevan ya muchos años de incumplimiento.

La ley de Talles existe en Argentina y no se respeta. Si bien creo que resulta un tanto difícil respetarla –el argumento es que las empresas perderían mucho dinero si lo hicieran– estimo que, con la intención de cumplirla se podrían realizar algunos talles de ropa atractiva, bonita en 36 – 38 – 40 y algunos de ropa igual de bonita y atractiva en 46 – 48 – 50 – 52 y etc. Y no seguir en esta tesitura que la ropa de talles grandes es fea, sin recortes, ni bordados ni brillos ni colores y la ropa de talles chicos es más linda.

En Inglaterra, por ejemplo, toda la ropa es bonita y atractiva (es bonita para lo que allá estiman que es “bonito”), sea de talle grande o de talle chico.

No entiendo por qué los/as Diseñadores/as creen que cuando tienes algunos kilos de más, los diseños no importan y hacen la ropa como para ir al supermercado o para “todos los días”. Y lo mismo pasa con los zapatos de taco bajo. Son de taco bajo y tienen diseños feos, los más bonitos son los de tacos altos.

Es preciso cambiar estas tendencias, y analizar de qué manera la ropa puede ser para todos y todas, vistosa, bonita, cómoda y elegante.

Las personas con discapacidad tienen derecho y quieren ser vestidas por

Diseñadores y Diseñadoras que piensen en ellas como seres humanos diferentes físicamente, pero iguales a todos los demás, para lo cual es preciso cambiar el paradigma en el cuál se educan hoy quiénes diseñan, y no sólo ropa, si no también casas, edificios, locales, hoteles, restaurantes, automóviles, etc.

Un mundo inclusivo, donde se respeten –no sólo se acepten– sino que se Respeten las diferencias no debería ser considerado una utopía, sino un objetivo primordial en todas las sociedades.

Claudio Morgado, como presidente de INADI –Instituto Nacional contra la Discriminación– en 2010, escribe lo siguiente en el catálogo de Arte contra la Discriminación: “… el objetivo principal es fomentar la creación de significaciones nuevas en el mundo de la moda, la indumentaria y la industria textil, relacionadas con la valorización de las diferencias y la heterogeneidad propias de toda sociedad.

Interrogarnos acerca de los aportes que podemos hacer en ese sentido a través de una disciplina como la moda, generalmente relacionada con la fijación de pautas y mandatos estéticos y corporales, con el consumo, con la homogeneización social.

¿De qué manera la moda, en tanto disciplina proyectual, puede promover la valorización de la diversidad y la igualdad de acceso a sus productos?…

… Esperamos que esta actividad sea puntapié de nuevas acciones que promuevan el cambio cultural hacia una sociedad con más capacidad de imaginación, con apreciación de nuestras diferencias como riqueza cultural, con un espíritu cada vez más igualitario en cuanto a trato, derechos y oportunidades…”

Creo que las palabras de Morgado son elocuentes y precisas. Por eso  me pareció importante recordarlas y transmitirlas como parte de este artículo para que queden como legado para otras generaciones.

Continúa en la tercera parte, disponible en breve…

Con Amor! Silvia Mirta Valori

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