CONVOCATORIA DE ADHESIÓN A Escritores, Lectores, Promotores de Lectura, Madres y Padres
Quienes estamos en ámbitos de escritura y lectura sabemos que cada día se escriben y se editan gran cantidad de libros. Tal es así que, según los últimos datos facilitados por la UNESCO, cada año se publican, aproximadamente, dos mil doscientos millones de libros.
También nos podemos dar cuenta lo que trae equiparado el vivir en una sociedad que no exalta el conocimiento, la lectura y ni la capacitación continua en un mundo cambiante.
Observamos cómo, día tras día, se desperdician segundos, minutos y horas en publicaciones y noticias intrascendentes, en esos temas que no traen beneficio alguno a quiénes las ven, escuchan y/o leen.
Asistimos imperturbables a la decadencia de la cultura, la educación formal y los buenos modales.
Nos hemos acostumbrado a que nuestras niñas y niños utilicen los equipos móviles desde los 7 u 8 años pero no nos hemos ocupado de conocer ni queremos detenernos a pensar sobre el deterioro mental al que se los está sometiendo.
Y no estamos haciendo referencia sólo a las ondas electromagnéticas a las que se hallan expuestos/as sino a la atrofia cerebral, a la disfasia y a la falta de contacto físico con niñas y niños de edades similares, a los juegos, a las risas compartidas, al disfrute de naturaleza al aire libre.
Asimismo, resulta relevante observar que, actualmente, las y los adolescentes tienen un grave problema para comunicarse hablando, y en algunos casos presentan disfasias ya que casi no leen, y como se comunican por escrito y con figuritas de caras (emojis, emoticones), la cantidad de palabras de las que saben el significado se ha reducido al mínimo.
Y el total de significados de palabras que se conocen está directamente relacionado con nuestro éxito en la vida, o sea, con el logro de los objetivos, con hacer lo que realmente queremos y nos gusta, además de facilitarnos la comunicación, tanto oral como escrita y varios otros beneficios…
Es, también, la primera vez en la historia de la humanidad que los niños y niñas tienen el coeficiente intelectual más bajo que sus progenitores. Es una tendencia que se ha documentado en Noruega, Dinamarca, Finlandia, Países Bajos, Francia, etc.
Si bien estamos viviendo en una época de transición, de cambios de paradigmas en la que surgirán nuevos conocimientos y entendimientos… la pregunta es ¿Cómo hacer para que nuestros hijos e hijas, nuestras nietas y nietos se den cuenta sobre la importancia de la imaginación, de saber y querer imaginar, de ser creativo/a y de tener ideas innovadoras?
Actualmente, y en los años venideros la mayor riqueza será –y ya lo es- el conocimiento y las ideas transformadoras…
Pero, si a cada uno de nuestros Adolescentes sólo les importa y desean tener un teléfono celular con la última tecnología para comunicarse con personas con quienes están casi todo el día y la mayor parte del tiempo, y ver en las redes sociales los dictámenes de la moda o el tiro libre de fulano de tal en la cancha, o el auto súper sensacional que compró equis jugador de fútbol o la fantástica casa de la vedette tal y cual, ¿Qué valores estamos transmitiendo?
¿Quién o quiénes facilitarán los cambios de paradigmas si no lo hacen ni tampoco ayudan las personas jóvenes? ¿Cómo reaccionarán cuando se den cuenta que han dejado pasar una buena parte de su vida en cuestiones que han colaborado poco y nada en su propio desarrollo personal, social, cultural?… y que, además, han aportado escasamente para producir el cambio social, y la transformación cultural…
¿Cómo podemos estimular a esta generación, tan importante?
Es por todo lo expuesto que las personas abajo firmantes Solicitamos al Presidente de la Nación Argentina y a quien corresponda, en categoría jerárquica, que se establezca UNA HORA de Lectura en las Escuelas de todos los niveles y modalidades, propiciando que las y los Estudiantes lean lo que les parezca interesante, dentro de una variedad de libros que estarán a disposición, impresos en papel, y que estas obras no sean solamente los clásicos de la literatura, sino textos más actuales acordes a cada edad, y además, que se transmitan ocho hábitos fundamentales para formar una nueva sociedad, íntegra, floreciente y solidaria.
Dichas conductas serán introducidas y transmitidas dentro de las asignaturas que cada estudiante recibe usualmente en las escuelas, a saber:
1 – Ser proactivo (asumir la responsabilidad por la propia vida y darse cuenta que se puede elegir cómo actuar)
– 2 – Misión o propósito personal (definir cómo desean vivir y qué resultados quieren obtener)
– 3 – Establecer prioridades (realización práctica y tener un fin en mente, es decir, primero lo primero)
– 4 – Pensar en ganar – ganar (buscar beneficiosos mutuos en todas las interacciones humanas)
– 5 – Primero comprender para ser comprendido (escuchar para alcanzar un nivel más alto en la comunicación)
– 6 – Sinergizar (la Sinergia favorece, unifica y libera los dones y talentos de las personas, el todo es siempre mayor que la suma de sus partes)
– 7 – Afilar la sierra (cuidar el cuerpo, comer saludablemente y hacer ejercicio)
– 8 – Escuchar el llamado de la propia voz (alejarse de una existencia anodina y vivir con grandeza, pensar en grande).
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