Reflexiones sobre la Educación y los nuevos paradigmas

Es preciso darnos cuenta que no hemos creado ni desarrollado nuestras vidas desde la libertad y la absoluta prescindencia de ciertos factores y condiciones, sino que lo hemos hecho desde “el conocimiento” que nos moldea y configura a partir del momento que el proceso de sociabilización irrumpe en nuestra existencia.

Creo absolutamente que, sin este proceso es absolutamente imposible contribuir y colaborar diligentemente para crearnos una vida de enfermedades, desgracias, limitaciones, faltas, carencias y todo tipo de calamidades, estableciendo y recreando una y otra vez pensamientos negativos, acciones destructivas, privaciones, pobrezas, violencias y desunión.

Desde la Educación hemos conformado un mundo lleno de dificultades, centrándonos en “los problemas”, y olvidando “las soluciones”.

Hemos creado el “Mundo del Revés”, tal como lo ha representado María Elena Walsh y cantado maravillosamente en sus “canciones infantiles”… que no lo son tanto.

Ahora, porque el momento de actuar es “Aquí y Ahora” estamos en condiciones de contribuir para crear una sociedad donde impere el amor, la responsabilidad, el respeto, la alegría, la prosperidad y la abundancia, si estamos dispuestos a formatearnos, cambiarnos y transformarnos para instalar nuevos pensamientos, nuevos sentimientos, nuevos comportamientos, nuevos paradigmas desde una Nueva Educación, absolutamente imbuida de las mejores opiniones, de los más óptimos saberes, de las múltiples experiencias de quiénes, tras haber llevado y vivido una vida colmada de adversidades y fracasos desean colaborar para que germine la idea que es posible un Mejor Mundo, que nada más hace falta que la Educación sea otra, desde el mismo momento que nacemos, continuando luego en las escuelas, colegios, universidades, iglesias, comunidades y medios de comunicación. Un Mundo conformado y observado desde una mirada positiva, donde el conocimiento sea impartido teniendo en cuenta la heterogeneidad de cada persona, de cada niño y niña, de cada adolescente, proveyéndoles el conocimiento necesario a través de libros, diálogos, escritura, artes, gimnasia y música, siendo la lectura y la reflexión post lectura, una de las actividades más importantes, y una vez que sea hábito y costumbre “Lectura y Reflexión”, se sumen e incorporen las nuevas tecnologías y, a través y por medio del uso de computadoras, videos, audios y todo tipo de aparatos electrónicos que facilitan el conocimiento a muchas personas para que puedan acceder y de esta manera conocer otras culturas, otros saberes, otros pensamientos, otras formas de hacer y de vivir.

Una Nueva Educación que motive a niños, niñas y adolescentes a reflexionar más, a saber más, conocer más, hacer más, explorar más. Que los incite a abrir sus mentes y sus corazones. Que no les limite ni los coarte ni les robe los sueños. Que los impulse a cumplir con sus metas, deseos, propósitos, aspiraciones, sin inculcarle absurdos miedos, timideces y vergüenzas. Que los inspire a sacar lo mejor de sí mismos/as. Para que puedan creer que todo es posible, que no hay imposibles. Que cada uno/a pueda liderar y ser protagonistas de su propias vidas así como también responsables de sus acciones.

Para construir y sostener un Mundo donde impere el verdadero conocimiento, orientado desde los Nuevos paradigmas, que hace ya tiempo han irrumpido y a los que aún tantas personas oponen resistencia al no difundirlos ni enseñarlos debido a su programación errónea.

Brego por un Mundo mejor, más feliz, lleno de amor, dorado de sol, donde cada mañana toda persona tenga razones para levantarse con una sonrisa y con alegría.

Brego por la pronta llegada de este Mundo nuevo y mejor, sabiendo que la educación a la que hago referencia es la Base Fundamental para lograrlo.

“Voltaire decía que los sueños y la esperanza nos fueron dados para compensar las dificultades de la vida. Los sueños son como las brújulas del corazón, los proyectos de vida. No son como los deseos que van y vienen. Los sueños dan sentido a la existencia, algo por lo que vale la pena vivir, renuevan la esperanza cuando sentimos que el mundo se nos viene abajo. Somos únicos y, en realidad, no hay gente de éxito y gente fracasada: hay personas que luchan por realizar sus sueños y otras que renuncian a ellos”.  Augusto Cury.